Este fenómeno desconcierta y deja huellas profundas: todo parece fluir, las palabras son dulces, los gestos cálidos, y de pronto…se marcha. Sin previo aviso.
En este juego de emociones, muchas veces no se trata de algo que hiciste sino de un laberinto interno que la otra persona aún no sabe recorrer por ausencia de madurez emocional.
Comprenderlo no solo te ayudará a sanar, sino a ver la situación desde una perspectiva más clara.
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El magnetismo inicial: cuando todo parece perfecto
La ilusión rota: no es personal
El magnetismo inicial: cuando todo parece perfecto
La ilusión que se genera al inicio de una relación es una combinación de química, proyección y necesidad afectiva. En algunos hombres, este periodo adquiere una intensidad arrolladora, ya que, en esos momentos, parecen ver en ti la concreción de todos sus deseos más profundos.
La ciencia detrás del enamoramiento revela que en las primeras fases se activan una serie de neurotransmisores y hormonas, lo que provoca un estallido químico al que denominaremos “embriaguez amorosa”, que los impulsa a acercarse sin freno, entregarse por completo y, a veces, comprometerse a hacer más de lo que realmente pueden sostener.
El amor, al inicio, es un juego de espejos: reflejamos lo que deseamos y ocultamos lo que tememos
El problema emerge cuando esa euforia inicial comienza a diluirse. Lo que antes era un torrente de emociones puede convertirse en miedo, dudas o incluso en la necesidad de huir. Pero ¿Por qué sucede esto?
El miedo a la vulnerabilidad
Uno de los principales motivos por los que un hombre puede distanciarse cuando todo parece estar bien es el temor a exponerse a nivel emocional. El amor conlleva apertura, y para algunos, esto puede parecer inquietante.
Según John Bowlby, nuestras relaciones están marcadas por el vínculo que establecimos en la infancia con nuestras figuras de cuidado.
Si un hombre tiene un estilo de apego evitativo, es probable que le cueste sostener la intimidad en el tiempo. Cuando siente que la conexión es demasiado intensa su reacción puede ser distanciarse como un mecanismo de autoprotección.
Esto no tiene que ver con tu valor como persona, sino con sus propias heridas emocionales que aún no están resueltas.
Recuerda que el corazón no huye del amor, sino de aquello que teme recordar.
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La ilusión rota: no es personal
Cuando alguien se aleja de ti, especialmente después de haberte dicho que te quiere, es fácil caer en el pensamiento de que hay algo malo en ti. Pero no es así.
En realidad, lo que ocurre es que esa persona no sabe cómo manejar sus propios conflictos internos. La retirada de una persona no anula en modo alguno las experiencias compartidas ni el vínculo emocional que pudo haberse gestado.
La disonancia cognitiva, refleja esa tensión incómoda que experimentamos cuando nuestras acciones se contradicen con nuestros pensamientos y palabras.
Es probable que aquel hombre, al principio, genuinamente creyera en lo que sentía, pero al confrontar las demandas reales de una relación más profunda, no supiera cómo manejar la situación.
Cómo protegerte emocionalmente
A pesar de que comprender estas razones pueda darte una perspectiva más amplia, también es vital cuidar de ti misma. Enfrentar estas situaciones puede erosionar tu autoestima si no te detienes a reflexionar sobre lo que realmente mereces.
El amor verdadero no solo atrae, sino que permanece; no solo promete, sino que construye.
Pregúntate si quieres estar con alguien que no está listo ni disponible para amarte de la manera que mereces.
Aprender a identificar los patrones de comportamiento y a establecer límites saludables es una forma poderosa de protegerte.
