¿Qué es la dependencia emocional?

Aprende a gestionarla
La dependencia emocional es la necesidad excesiva de recibir validación y afecto de la pareja para sentirse seguro. Este patrón de apego ansioso puede afectar la autoestima y generar ansiedad en la relación. Explora sus causas y aprende estrategias para gestionar la dependencia emocional y fortalecer tu bienestar personal.

Hay personas que, consciente o inconscientemente, sienten que ‘necesitan’, y mucho, a la otra persona (sobre todo, a la pareja), para ser felices, o incluso para hacer cosas, para sentir seguridad personal, para tener iniciativa, para estar bien…

En cierto modo, depositan unas expectativas en el otro que muchas veces son desproporcionadas o desajustadas, y que tiene que ver más con los propios anhelos, heridas y traumas, que con el otro o con la relación en sí. Hablamos de la dependencia emocional, ese patrón vincular que limita nuestro bienestar en nuestros vínculos.

Pero, ¿de qué hablamos exactamente? ¿Cuáles son las causas de la dependencia emocional? ¿Cómo se manifiesta en pareja y sobre todo, cómo mejorarla? Hablamos de todo esto en este artículo que esperamos te sirva.

¿Qué es la dependencia emocional?

La dependencia emocional es una necesidad excesiva de estar con otra persona, casi como si sin ella nos faltara el aire. Las personas que experimentan dependencia emocional suelen tener un apego ansioso, una forma de vincularse donde la seguridad y la tranquilidad dependen mucho de la presencia y del afecto constante de la pareja (o de otras personas significativas). 

Esto puede llevarlas a buscar continuamente validación y atención, con el miedo constante de ser abandonadas o de no ser (o sentirse) ‘suficientes’. La dependencia emocional a menudo se convierte en un ciclo en el que uno no se siente completo o seguro si no es a través de la relación, y esto, por supuesto, afecta la libertad y el equilibrio emocional. Pero, ¿qué hay detrás de este patrón a la hora de relacionarnos?

Causas de la dependencia emocional

Como la mayoría de las cosas en psicología, la dependencia emocional no aparece de la nada; suele estar ligada a experiencias y patrones de apego que hemos aprendido en nuestras primeras relaciones, con nuestras principales figuras de apego y cuidado.

Así, para algunas personas, las relaciones familiares que crecieron en un entorno inestable pueden haber generado una falta de confianza y una gran inseguridad en la pareja. En otros casos, quienes fueron demasiado dependientes de la validación externa desarrollan el miedo de no ser suficientes sin alguien que los valide.

Este tipo de apego ansioso puede tener su origen en heridas de apego de la infancia, como el abandono emocional o el amor condicionado, donde el afecto dependía de si la persona “cumplía” ciertas expectativas. Como adultos, esto se traduce en relaciones donde uno se siente constantemente ‘en deuda’ o donde nunca se es “suficiente”.

¿Cómo se manifiesta la dependencia emocional en la pareja?

La dependencia emocional en la pareja se manifiesta de forma diferente en cada persona, pero a grandes rasgos podemos hablar de una constante necesidad de confirmar la valía y el amor de la otra persona; en cierto modo, la persona busca re-asegurar el vínculo una y otra vez ante cualquier ‘amenaza’. 

Esto puede llevar a comportamientos como la inseguridad en la pareja, los celos y el miedo a perder a la otra persona. Y esto, a su vez, puede hacer que incluso las actividades o decisiones más sencillas se vivan como una amenaza, sintiendo que si tu pareja no está contigo o no te da cierta atención, algo va mal.

Por ejemplo, si tu pareja sale sin ti, es posible que sientas ansiedad, dudas o te preguntes constantemente si habrá encontrado a alguien mejor, si aún te ama o si te sigue considerando su prioridad. También es común buscar señales de desapego o de desinterés, interpretando cualquier cambio como una señal de alarma. Esto hace que confiar en tu pareja se vuelva difícil, incluso si ella no ha dado motivos reales para dudar. Esta ansiedad por mantener a la pareja cerca puede ser agotadora y dañina para ambos.

¿Cómo mejorar la dependencia emocional?

Gestionar la dependencia emocional requiere tiempo y, sobre todo, una buena dosis de autoconocimiento (también terapia psicológica en muchas ocasiones, sobre todo para trabajar a un nivel más profundo). Aquí compartimos contigo algunos pasos que pueden ayudarte a fortalecer la relación contigo mismo y a vivir relaciones más sanas y libres:

Reconecta contigo, conócete, ¿cuáles son tus sueños?

Reconecta contigo, conócete, piensa en tus sueños. ¿Cómo? Dedica tiempo a actividades y proyectos propios que te ayuden a descubrir quién eres fuera de la relación, para aumentar poco a poco tu confianza. Buscar metas propias y sueños te ayuda a recordar que eres valioso por ti mismo y que no necesitas la constante validación de la pareja para sentirte seguro. Confiar en tu pareja es más sencillo si primero confías en ti.

Trabaja en tu autoestima, invierte en ti

Las personas con dependencia emocional suelen tener una autoestima baja. Empieza por practicar la autoaceptación y por reconocer tus propias virtudes. Puedes hacer esto a través de afirmaciones, dedicando tiempo a reconocer tus logros personales o, incluso, planteándote pequeños retos que te hagan ver tu propio valor.

Identifica y cuestiona tus pensamientos: ‘solo’ son pensamientos

Cuando surja ese temor de abandono, esa herida de abandono o de que no eres suficiente, intenta detenerte y preguntarte: “¿Es este miedo real o está en mi mente?”. Muchas veces, esos pensamientos son producto de experiencias pasadas y no reflejan la realidad. Cuestionarlos y buscar una perspectiva más objetiva puede ayudarte a dejar de depender emocionalmente de tu pareja.

Expresa tus emociones y necesidades

Hablar sobre tus inseguridades en la pareja puede ser difícil, pero ser transparente y mostrarte vulnerable es una manera de profundizar en la relación. Comunicar cómo te sientes no significa que dependas de tu pareja para resolverlo, sino que estás trabajando en equipo para crear un espacio seguro.

Acepta que la seguridad emocional empieza dentro de ti

El último paso es uno de los más importantes: aceptar que tú eres responsable de tu bienestar (aunque el otro sume, por supuesto). Pero nadie más, ni siquiera la pareja más amorosa, podrá llenar un vacío que no te das a ti mismo.

Por supuesto que gestionar la dependencia emocional no es fácil, pero con paciencia, práctica y terapia es posible empezar a cambiar la forma en la que nos vinculamos y en la que nos vemos dentro y fuera de la relación. Recuerda que cuanto más te conozcas y más trabajes en ti, más podrás confiar en tu pareja y disfrutar de una relación sin miedo y con mayor plenitud. ¿Te animas a empezar a hacer cambios?

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