Hoy en día, muchas mujeres buscan ayuda porque sienten que no están receptivas ni abiertas al amor. Anhelan una relación amorosa, pero también se reconocen en un perfil evitativo.
Hasta hace poco, hablábamos mucho del apego ansioso, ese perfil de persona preocupada por si el otro le quiere o le da lo que necesita. Pero ahora, cada vez más, nos encontramos en el polo opuesto. Vamos a explorar cómo el apego evitativo en pareja afecta a las relaciones y cómo se puede trabajar este estilo.
Entendiendo el apego: ansioso, evitativo y seguro
Primero, es importante entender los tres estilos de apego: ansioso, evitativo y seguro. Idealmente, todos queremos un estilo de apego seguro, donde estamos bien solos y mejor con pareja. La relación ideal suma a nuestra vida, nos mejora y no nos resta. Sin embargo, si no sabemos estar bien solos, partimos de una mala base.
El apego ansioso en la pareja se caracteriza por una alta valoración del otro y una baja autoestima. Estas personas buscan constantemente señales que confirmen su temor de que el amor no es seguro. Esto puede ser agotador, ya que viven en un estado de ansiedad perpetua, temiendo que la relación se desmorone en cualquier momento.
Apego evitativo en pareja: ¿qué es y cómo se manifiesta?
El apego evitativo en pareja, del cual hablaremos principalmente, suele encajar con el estilo ansioso. Las relaciones que se sostienen a menudo involucran un miembro ansioso y otro evitativo. Si ambos fueran evitativos, la relación probablemente no existiría, ya que ninguno se comprometería.
Qué ocurre, que las personas con apego evitativo tienden a escapar de la intimidad. Es posible que te resulte difícil que alguien te guste, te sientas agobiado o agobiada cuando alguien se acerca demasiado o tengas una máscara de dureza que oculta tu vulnerabilidad.
Te muestras fuerte, independiente y capaz, pero en el fondo, te sientes inseguro y dependiente.. Estas personas suelen quedarse en fases iniciales de la relación, disfrutando del coqueteo pero huyendo cuando la relación se profundiza. El apego evitativo implica un miedo a desnudarse emocionalmente, a que el otro te conozca profundamente.
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Ejemplos en la vida real del apego evitativo
Imagina que después de pasar un buen rato con alguien, prefieres no quedarte a dormir porque te sientes más tranquila en tu casa. O tal vez evitas improvisar planes con esa persona, siempre poniendo excusas para mantener tu rutina intacta. Estas son señales del apego evitativo en pareja: poner palos en las ruedas de la relación para evitar que la intimidad crezca.
Otra característica de este estilo de apego es la dificultad para hablar de tus sentimientos en tiempo real. Puedes decir que eres sensible o que tuviste un mal día la semana pasada, pero te cuesta derrumbarte frente a alguien y mostrar tu vulnerabilidad en el momento.
Apego ansioso vs. apego evitativo: dos caras de la misma moneda
El apego ansioso y el apego evitativo comparten una raíz común: el miedo a la pérdida y al rechazo. Imagina una moneda con dos caras: por un lado, el ansioso, y por el otro, el evitativo. Ambos estilos son estrategias para gestionar el mismo miedo profundo.
Muchas mujeres que han sido ansiosas en el pasado, a menudo adoptan una postura evitativa para sentirse más seguras. Se convierten en mujeres independientes y autosuficientes, pero en el fondo, siguen teniendo miedo a la intimidad.
Superando el apego evitativo en pareja
El primer paso para superar el apego evitativo en pareja es reconocer el miedo subyacente. Este miedo es el mismo que tiene una persona con apego ansioso: miedo a perderse, a que le hagan daño, a no ser querido. Es crucial ser consciente de cuándo estás actuando desde tu máscara de dureza.
Imagina que estás en una cita y te das cuenta de que te estás comportando como una “mujer de hierro”, sin mostrar tu verdadera vulnerabilidad. Este comportamiento atrae a personas que también están desconectadas de su vulnerabilidad, perpetuando un ciclo de relaciones superficiales.
Hacia una relación más sana
Para crear relaciones más saludables, es esencial trabajar en tu autoestima. En nuestra terapia de grupo, ayudamos a mujeres a soltar sus máscaras y a conectarse con su verdadera esencia amorosa. Al hacerlo, descubren que pueden ser tiernas, cálidas y cuidadoras, características que habían enterrado bajo una fachada de fortaleza.
Así que, permítete ser vulnerable. Si conoces a alguien que te gusta, no tengas miedo de modificar ligeramente tu rutina para hacerle espacio. Esto no significa dejar de lado tu vida, sino hacer concesiones naturales que surgen cuando te ilusionas por alguien y deseas construir.
Reconocer los miedos para vincularte desde el amor
El apego evitativo en pareja es un reto, pero no es insuperable. Al reconocer tus miedos y trabajar en ellos, puedes transformar tu forma de vincularte. Permítete ser vulnerable y abierta, y descubrirás una parte de ti que es profundamente amorosa y capaz de construir relaciones significativas y valiosas.
Recuerda, superar el apego evitativo no significa abandonar tu independencia, sino integrarla con una capacidad genuina para amar y ser amada. Al final, la clave está en equilibrar tu vida personal con la apertura hacia nuevas relaciones, permitiendo que el amor sume y no reste en tu vida.