¿Alguna vez has sentido que cualquier comentario, por pequeño que sea, te afecta profundamente? ¿Te emocionas o entristeces con más facilidad que otras personas, especialmente en tus relaciones de pareja? Si es así, es posible que experimentes lo que se conoce como hipersensibilidad emocional.
Este rasgo afecta a cómo vivimos nuestras emociones y también a cómo nos relacionamos con los demás, especialmente en el amor y en nuestra autoestima. Descubre los síntomas de la hipersensibilidad emocional, cómo se comportan las personas hipersensibles y cómo todo esto impacta en las relaciones y en la autoestima de cada uno.
¿Qué es la hipersensibilidad emocional?
Antes de nada, vamos a entender mejor este concepto. La hipersensibilidad emocional es una tendencia a sentir las emociones de manera más intensa y profunda. Las personas que la experimentan se emocionan con facilidad y también tienden a reaccionar más ante estímulos que otros podrían considerar triviales. En el contexto de las relaciones de pareja, esto puede ser tanto una bendición como un reto o una dificultad, dependiendo de cómo se viva, cómo se gestione, etc.
Por un lado, ser emocionalmente sensible puede hacer que experimentes el amor de una manera muy intensa, apreciando los pequeños gestos y creando conexiones profundas con tu pareja (o con tus vínculos en general). Sin embargo, también puede llevar a que cualquier discusión o comentario crítico sea percibido como mucho más doloroso de lo que quizás fue pensado.
Es decir, puede avivar la tendencia a personalizarlo todo. Esto puede generar tensiones y malentendidos en la relación, ya que las personas hipersensibles suelen tener más dificultad para dejar pasar las cosas o distanciarse emocionalmente en momentos conflictivos.
Síntomas de la hipersensibilidad emocional
Reconocer los síntomas de la hipersensibilidad emocional es el primer paso para comprender cómo afecta a nuestras relaciones y a nuestra autoestima. Algunos de los signos más comunes incluyen:
1: Experimentar reacciones emocionales intensas: Ya sea en situaciones positivas o negativas, las personas hipersensibles suelen experimentar emociones a flor de piel. Un comentario aparentemente inocente de la pareja puede hacer que te sientas herido o rechazado, aunque no haya sido la intención.
2: Tener una empatía desbordante: Las personas emocionalmente sensibles sienten sus emociones con fuerza y además se ven afectadas por los sentimientos de los demás. En una relación de pareja, esto puede ser un arma de doble filo: por un lado, te hace más comprensivo, pero también puedes cargar con el peso emocional de tu pareja, algo que puede llegar a ser agotador.
3: Aparecen dificultades para gestionar el conflicto: Las discusiones o tensiones dentro de la relación pueden ser muy difíciles de gestionar o sostener. La hipersensibilidad emocional puede hacer que evites los conflictos, temiendo la intensidad emocional que puede generar, o que reacciones de manera desproporcionada ante situaciones que otros podrían gestionar con más calma.
4: Tener baja tolerancia a la crítica: Las personas con hipersensibilidad emocional suelen tener más dificultades para aceptar críticas, incluso cuando estas se presentan de manera constructiva y asertiva. En las relaciones de pareja, esto puede generar inseguridad de pareja o resentimiento y afectar tanto la autoestima como la relación misma.
¿Cómo se comportan las personas hipersensibles?
Entonces… ¿cómo se comportan estas personas? ¿Seré yo hipersensible, o tal vez mi pareja, mi rollete, las personas con las que me suelo relacionar…? En general, podemos decir que las personas con hipersensibilidad emocional tienden a ser más introspectivas y conscientes de lo que sucede a su alrededor.
Esto puede influir de forma importante en la búsqueda de pareja y en la forma en que viven las relaciones. Por ejemplo, es común que las personas hipersensibles sean más selectivas a la hora de iniciar una relación, ya que temen el dolor emocional que puede conllevar un conflicto o una ruptura. Sin embargo, este miedo también puede llevar a que muchas veces se aíslen o eviten la posibilidad de una nueva relación, protegiéndose de posibles heridas.
En una relación, las personas hipersensibles pueden ser muy cariñosas y detallistas, ya que valoran mucho la conexión emocional con su pareja. Sin embargo, pueden sentirse abrumadas cuando no reciben el mismo nivel de afecto o cuando perciben que sus sentimientos no son completamente comprendidos. Por ejemplo, si después de un día largo su pareja no responde de manera afectuosa a un abrazo, pueden sentir un rechazo mucho mayor de lo que la situación justifica, lo que activa su miedo al rechazo.
A nivel de autoestima, la hipersensibilidad emocional puede generar dudas e inseguridades. La percepción de que no somos ‘lo suficientemente buenos’ para nuestra pareja o que no cumplimos con sus expectativas se amplifica. Las pequeñas imperfecciones o fallos pueden ser exagerados, y esto, a largo plazo, puede llevar a una autocrítica constante y a una búsqueda incesante de aprobación por parte de la pareja.
Un ejemplo típico es cuando una persona hipersensible recibe un comentario como “No me gustan tus zapatos”, que para alguien menos emocional puede ser una simple opinión. Pero una persona hipersensible podría interpretarlo como una crítica global a su estilo, lo que afecta su autoestima y le hace dudar de sí misma. Estas pequeñas “heridas” se van acumulando y pueden crear distanciamiento emocional en la pareja o en los vínculos en general.
Cómo gestionar la hipersensibilidad emocional en las relaciones
Si te identificas con la hipersensibilidad emocional, es importante que aprendas a gestionarla para que no domine tus relaciones de pareja ni dañe tu autoestima. Pero, ¿cómo hacerlo? Para empezar, trata de comunicar tus emociones de manera abierta, sincera y tranquila.
Explica a tu pareja (o amigos, familia…) cómo te afectan ciertas situaciones, pero sin caer en el drama o la acusación. A su vez, recuerda que es importante trabajar en tu propia autoaceptación para no depender exclusivamente de la validación de los demás y, si es necesario, poder desengancharse de una persona de manera saludable.
Por otro lado, practicar técnicas de regulación emocional, como la meditación, puede ayudarte a no sentirte tan abrumado por tus emociones. Y sobre todo, recuerda que la terapia te puede ayudar. El objetivo será aprender, poco a poco, a reconocer tu sensibilidad como una fortaleza que te permite conectar profundamente con los demás, sin dejar que te sobrepase. En Mia podemos ayudarte a través de nuestras diferentes modalidades de terapia psicológica. ¿Te animas a conocerte mejor?



