Las rupturas amorosas, sin importar la causa, son una de las experiencias más complejas y dolorosas que podemos atravesar. Incluso cuando la relación no era saludable, la separación deja un vacío emocional que puede provocar un profundo sentimiento de tristeza o anhedonia, lo que comúnmente llamamos “bajón”.
Te despiertas y sientes un hueco que nada es capaz de llenar, por las noches no puedes descansar dándole vueltas sin cesar a lo que ha ocurrido, tienes imágenes intrusivas sobre los momentos compartidos en pareja, cuando aterrizas en la realidad estás más apático, sin ganas de hacer nada y cualquier tarea u obligación la sientes como la subida a una montaña.
Estas sensaciones se deben a múltiples factores:
- Pérdida de la rutina: mantener una relación crea unos hábitos concretos y específicos (desde el mensaje de buenos días hasta las salidas el fin de semana). Cuando de la noche a la mañana eso desaparece, te enfrentas a un cambio repentino y doloroso.
- Apego emocional: cualquier relación genera un vínculo y un lazo emocional. La ruptura deja una herida abierta en esa conexión.
- Miedo a la soledad: el temor a quedarte solo o sola puede intensificar tu malestar.
- Idealización del pasado: resulta sencillo caer en la trampa de idealizar los buenos momentos y pasar por alto las razones por las cuales la relación no funcionaba.
Transitar estos períodos es crucial para avanzar en el proceso de sanación emocional. Es de vital importancia aceptar el dolor que nos deja una ruptura, y para ello, necesitamos tiempo para procesar la nueva situación a la que hacemos frente, igual que una mariposa cuando sale de la crisálida.
Recuerda que este suceso nunca y en ningún caso define tu valor como persona.
¿QUÉ ENCONTRARÁS EN ESTE ARTÍCULO?
¿Qué hacer después de una ruptura?
Aprender a vivir solo después de una ruptura
¿Qué hacer después de una ruptura?
Pasar por una ruptura puede hacerte sentir perdido sin saber cómo seguir adelante, como si tu vida no tuviera sentido y todo lo que te rodea estuviera teñido de melancolía. No obstante, puedes tomar acción para gestionar los altibajos y empezar a reconstruir tu vida.
Permítete sentir, aceptar el dolor y no reprimirlo es fundamental. Llorar o querer quedarte en casa unos días es natural y forma parte del proceso de sanación.
Rodéate de una red de apoyo, tus amigos y familiares son personas clave para sostenerte en este momento tan frágil. No dudes en contar cómo te sientes.
Es importante evitar el contacto con tu ex pareja para que las heridas puedan sanar sin abrirse constantemente. Cada vez que te aproximas a tu ex pareja refuerzas el deseo de querer saber más de ella, te genera placer y por eso sigues repitiendo esa conducta. Es una trampa que tu cerebro construye, cada vez que contactas retrocedes en tu proceso de bienestar.
Pasar página no significa que hayas olvidado o borrado lo que tuvisteis, significa que duele menos cuando lo recuerdas
Aprender a vivir solo después de una ruptura:
Aprender a vivir solo tras una ruptura es uno de los mayores desafíos a los que plantar cara, concretamente si has pasado mucho tiempo en pareja. Esto es así porque el malestar es proporcional al tiempo y esfuerzo que hemos invertido en la relación.
La soledad puede resultar abrumadora, pero es una buena oportunidad para fijar nuevos objetivos y redescubrir lo que realmente quieres en tu vida. ¿Y si todo el amor que entregabas a tu ex pareja lo reconduces y lo usas como un espejo dándotelo a ti?
A continuación te dejo unas píldoras útiles para aprender a disfrutar de tu propia compañía:
- Descubre tus pasiones: puedes retomar alguna actividad que disfrutabas antes de la relación. También te invito a probar nuevas aficiones que te ayuden a distraerte y te brinden nuevas experiencias, ampliando así tu círculo social
- Practica el autocuidado: la ruptura deja dañada tu autoestima, por lo que es de suma importancia trabajar en la autocompasión. Dedica tiempo a cuidar tu bienestar mental y físico. Se ha comprobado que meditar 10 minutos al día genera nuevas conexiones neuronales, aumenta el control en nuestras funciones ejecutivas, reduce la presión sanguínea y calma la mente.
- Disfruta de tus momentos a solas: realizar actividades en solitario aunque al principio nos cueste hacerlas sin compañía. Puedes ir al cine, leer un libro o dar un paseo por el campo. Si eres constante, aprenderás a disfrutar de tu propia compañía poco a poco.
Aprender a vivir solo no es un proceso inmediato, requiere de un esfuerzo y una paciencia titánica, pero puedes convertirlo en una experiencia liberadora que te ayudará a reconectar contigo mismo y a salir más fuerte de la experiencia.
Superar una ruptura cuando te dejan
El impacto emocional suele ser más notorio cuando te dejan porque no has tenido poder de elección, ni control sobre la situación. Este tipo de rupturas pueden hacer que te sientas rechazado, herido o con una baja autoestima. Superar a tu expareja es posible.
Aceptar que la relación ha finalizado es el primer paso para comenzar a constuir (te). No te culpes por todo aquello que salió mal. Una ruptura de pareja es responsabilidad de los miembros que la integran. Culparte solo hará que ese dolor se haga más grande.
Es habitual querer encontrar respuestas, pero obsesionarte con cada detalle te atrapa en un bucle de sufrimiento. Trata de frenar y enfocarte en el presente.
Los bajones son inevitables y además, necesarios. Pero afortunadamente, no son permanentes. El dolor que sientes al inicio se transforma con el paso del tiempo en aprendizaje y crecimiento personal.
La terminología de Haruki Murakami resultaría acertada en estos casos : “Y cuando la tormenta de arena haya pasado, tú no recordarás cómo has logrado cruzarla con vida. ¡No! Ni siquiera estarás seguro de que la tormenta haya cesado de verdad. Pero una cosa sí quedará clara. Y es que la persona que surja de la tormenta no será la misma que penetró en ella. Y ahí estriba el significado de la tormenta de arena”.