7 claves para arreglar un enfado de pareja

Discutir en pareja es normal, pero saber reconciliarse es lo que fortalece el vínculo. Este artículo ofrece 7 claves prácticas para gestionar el enfado desde la empatía, el respeto y la responsabilidad emocional. Porque una crisis bien manejada puede unir más que mil días de calma.

Los enfados forman parte de cualquier relación humana: desde un compañero de trabajo o un familiar cercano, hasta una amiga o nuestra propia pareja. 

El enfado es una reacción emocional normal. No obstante, hay ocasiones donde estas dinámicas pueden durar por días y extenderse incluso semanas, lo que es un indicio de toxicidad en la gestión del conflicto.

Cómo gestionar el enfado 

El enfado no es fácil de manejar, pero esto no quiere decir que sea imposible. 

Si queremos aprender a gestionar los conflictos, debemos ser conscientes de que no podemos comenzar un diálogo mientras nos sintamos así. 

Normalmente, solemos entrar como un elefante en una cacharrería, descargando todo lo que nos perturba en ese momento. Pero para poder tratar el enfado y minimizar sus consecuencias, es importante aprender a regular la rabia o la ira, lo que mostrará, a su vez, un mayor autocontrol y madurez emocional

Puede que en ese momento te sirva como una depuración emocional, pero probablemente hayas dicho frases hirientes que han dejado huella en la otra persona y que son difíciles de olvidar.

Si tratamos de arreglar un conflicto desde el enfado, caemos en la trampa de ser prisioneros de nuestras propias palabras.

Las cargas emocionales

Las preocupaciones, el estrés, la falta de tiempo y las cargas emocionales, muchas veces, actúan como un detonante del conflicto. Nos hacen sentir más irascibles e irritados, por lo que se ha de poner atención a estos factores. 

Podrías preguntarte si tu enfado es realmente proporcional a lo que ha ocurrido o, por el contrario, ha sido una nimiedad pero se ha magnificado por otros elementos que te están apretando. 

Hacer esta distinción es crucial para saber si realmente estamos proyectando algo a través del enfado o si es una emoción genuina provocada por un acto concreto. 

Heridas anteriores 

Muchas veces, podemos reaccionar de manera desproporcionada porque ese conflicto o la temática concreta nos hace revivir heridas anteriores, como la herida de abandono.  

Pueden ser fruto de relaciones pasadas que no se han resuelto y, entre sus consecuencias están el miedo al rechazo, el apego inseguro, las inseguridades o el miedo a estar solos. 
Es crucial no dejarnos llevar por estos elementos y trabajar en ellos para que no interfieran en el vínculo. Si queremos una relación sana, debemos esforzarnos por desarrollar la responsabilidad afectiva en la pareja.

Estrategias para la resolución de conflictos

Si lo que buscamos es aprender a manejar los conflictos, a continuación te brindo unas herramientas prácticas que pueden ayudarte cuando se den estas situaciones:

1) Identifica el problema, de dónde viene, cuál es su causa.

2) Explora soluciones. Si has intentado hacer lo mismo de siempre y no funciona, haz algo diferente.

3) Haced uso de la técnica del compromiso, donde ambos os comprometéis a ceder en alguna fase del problema.

4) Rompe con la escalada conflictiva, pidiendo un “time out. El tiempo fuera significa irte de la discusión a otro lugar cuando se percibe que está creciendo. Esto da espacio para que las emociones se refrigeren.

5) Trata de hacer uso de la comunicación asertiva. En lugar de decir “tú me has hecho”, puedes decir “yo me siento”.

6) Hacer oídos sordos a un conflicto jamás será la solución. Es como la metáfora del elefante en el salón, todos saben que está ahi, pero nadie se atreve a hablar de ello.

7) Trata de hacer uso de la comunicación asertiva. En lugar de decir “tú me has hecho”, puedes decir “yo me siento”.

Fortalece el vínculo 

Los momentos de crisis pueden actuar como un puente que fortalece la relación tras haber pasado por grandes tormentas. Es habitual que tras una crisis de pareja, el vínculo se refuerce cuando ésta se supera. 

El piloto automático nos suele robar tiempo de calidad con las personas más cercanas, esto nos va desgastando y ayuda a que los conflictos se magnifiquen. ¿Qué tal si preparas una cita sorpresa o una escapada para reavivar la llama?. Este hecho puede actuar como una reparación emocional del daño causado. 

El enfado es como una hoguera que arde entre dos personas; pero apagarla juntos puede forjar un vínculo aún más fuerte. Recuerda que las parejas más felices no son las que nunca discuten, sino las que saben reconciliarse desde el respeto y la empatía. 

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