La asertividad es la capacidad de expresar pensamientos, sentimientos y deseos de manera clara, sincera y amable. Es decir, nos permite defender nuestras necesidades sin agredir a los demás ni someternos a sus deseos.
Desde una perspectiva psicológica, la entendemos como una forma de comunicación que equilibra la firmeza con la empatía. Nos permite abrirnos desde la calidez y poner límites, mostrando nuestro interior con claridad y sin miedo a herir al otro.
Es el arte de hablar con la calma de quien se conoce y la valentía de quien se respeta. Es la habilidad de expresar lo que sentimos teniendo en cuenta los sentimientos de nuestro interlocutor.
Esta forma de comunicación ayuda a fortalecer nuestras relaciones, nos permite establecer límites claros sin culpa y fomenta habilidades para una mayor madurez emocional.
La comunicación asertiva es hablar con la firmeza del roble pero con la suavidad de sus hojas. Haz que tus palabras florezcan sin espinas y con raíz.
¿QUÉ ENCONTRARÁS EN ESTE ARTÍCULO?
Técnicas de comunicación asertiva
Deja paso al “yo” y evita el “tú”
Tipos de comunicación asertiva
Técnicas de comunicación asertiva
Aplicar técnicas de comunicación asertiva nos ayuda a relacionarnos mejor con el entorno y con nosotros mismos.
A continuación te brindo unos tips que pueden ayudarte:
Deja paso al “yo” y evita el “tú”: en lugar de decir “Siempre haces esto”, intenta decir “Yo siento que”. Esto evita que la otra persona se sienta atacada y permite que tu mensaje se reciba de forma más agradable.
Haz preguntas abiertas: preguntar en lugar de suponer o acusar fomenta la comunicación. Prueba a cambiar el decir “Nunca te importa lo que digo”, por el “¿Cómo podríamos mejorar nuestra comunicación?”.
Aprende a decir no sin miedo: esto no te convierte en mala persona, simplemente demuestra que valoras tus propios límites. Puedes responder algo como “No puedo en este momento, pero me encantaría ayudarte más adelante”.
Usa la kinesia a tu favor: mantén contacto visual, asiente para mostrar que escuchas y utiliza gestos que apoyen tu mensaje. Nos comunicamos a través de verbalizaciones externas pero nos acompañan movimientos corporales que dan sentido a nuestro mensaje.
Repite el mensaje con calma: si alguien insiste o intenta imponerse puedes repetir tu posición con firmeza y serenidad sin ceder a la presión.
Usa un lenguaje efectivo
Al ser asertivo, cada palabra cobra importancia. Busca expresarte de manera positiva y efectiva, evitando frases que suenen a juicio o crítica.
Cambia el “Nunca haces nada bien” por “Podríamos intentar mejorar en esto juntos”. ¿Verdad que no se interpreta igual? .Usa expresiones de deseo tales como “Me gustaría” o “Yo prefiero” en lugar de demandar o imponer.
Poner en práctica la comunicación asertiva conlleva tiempo. Es necesario desaprender el modo en el que nos comunicábamos implementando un modo más eficaz. Es como tener que incorporar un nuevo idioma que nunca antes habíamos manejado.
Aplicando una o varias de las técnicas mencionadas notarás cómo tus relaciones se vuelven más estrechas y satisfactorias.
Tipos de comunicación asertiva
No todas las interacciones asertivas se ven iguales. Según el contexto, puedes optar por distintos enfoques de comunicación asertiva:
Asertividad básica: expresa tus ideas o necesidades de manera directa y clara, sin rodeos. Por ejemplo: “Prefiero no participar en este proyecto, pero gracias por pensar en mí”.
Asertividad empática: reconoce los sentimientos o necesidades de la otra persona, y luego expresas las tuyas. Por ejemplo: “Sé que esto es importante para ti, pero yo necesito tiempo para pensarlo”.
Asertividad progresiva: eficaz cuando necesitas reiterar un mensaje con calma. Por ejemplo: “No puedo hacer eso por ti esta vez, lo lamento”.
Para clarificar la diferencia entre una comunicación asertiva y una que no lo es, te facilito unos ejemplos prácticos:
En el trabajo: “Supongo que me toca a mí hacer el trabajo de nuevo” VS “Me gustaría que compartiéramos las tareas de manera equitativa; ¿podríamos revisar quién hace qué?”
Con amigos o pareja: “Nunca tienes en cuenta mis opiniones” VS “Siento que a veces mis ideas no se consideran; ¿te parecería si las discutimos juntos?”
Aprender a comunicarte asertivamente se convierte en mucho más que hablar. Es un acto de cuidado hacia tí mismo y quienes te rodean.
Es un equilibrio entre lo que quieres decir y cómo decides hacerlo. Recuerda que la comunicación asertiva no es un destino sino un camino que se ha de transitar con práctica y paciencia
A veces, te costará dar con las palabras exactas; otras, el silencio o la inseguridad serán los que hablen primero. Incluso esos momentos son parte de la asertividad, porque significan que estás aprendido a respetar tu propio tiempo y a escuchar tu voz interior.